miércoles, octubre 03, 2007

La falsa vida

Bueno, dejemos apartados a Filétez y Stelton un momento para escribir algo "medianamente" cierto.

Un reflexión, nada más. Y una reflexión que probablemente levantará ampollas, vamos, que más de un@ me mirará "torcío" después de hacer texto de algunos pensamientos.


Hecha de antemano está la advertencia que no es más que un pensamiento, y que por tanto se le debe dar el valor de una opinión muy personal. De todas formas estaré encantado de escuchar vuestras reflexiones al respecto, si las hay.

El título de esto es "La falsa vida". No, no le he metido cuatro guayas al Bourne y me hago pasar por él, ni nada parecido. El título viene a colación de los "ciberamigos".

No son el nuevo grupo de superhéroes de la factoría Marvel o DC.


El mundo de internet puede resultar apasionante. Puedes encontrar mucha gente que comparte gustos que tú antes creías que eran "exclusivos" (vamos, rarillos, para entendernos, jejeje). Puedes mantener contacto con un montón de gente de un modo barato y sencillo.

Pero tiene un gran peligro. Que confundas, solapes e incluso antepongas ese mundo a tu vida real. Eso, en mi opinión, es un error.

Y no quiero decir que no se pueda encontrar gente maravillosa en los internecios, ni mucho menos. Digo que esas personas deben entrar a formar parte de tu vida real. Ni sirve de nada conocer por encima a millones de personas si no conoces en profundidad a ningún amigo.

Tampoco quiero que decir que sólo las relaciones de amigos de toda la vida funcionen, hay gente con la que evidentemente no se puede quedar, bien por la distancia, bien por problemas personales, bien porque les gusta Peter Jackson como director. Pero lo importante es que sean verdaderas relaciones de amistad. Compartir experiencias, apoyarse, escuchar (y no sólo el eco de la propia voz).

Desde mi experiencia personal les diré que lo verdaderamente importante son las personas, las aficiones y los ciberamigos reportan un beneficio y satisfacción a corto-medio plazo, pero a lo largo de los años se puede uno lamentar y mucho de haber descuidado a aquellos que realmente importan.

Como dato tranquilizador les diré que hace tiempo que tomé la determinación de no tener "ciberamigos". Si ustedes se cuentan entre la gente que lee esto será por algo.

Bueno, en realidad esta entrada es más por soltar algo que llevo dentro que por otra cosa. Pero tenía que decirlo. Ahora me pondré en aquella pared y ustedes pueden disparar cuando quieran.

Ale, Filétez y Stelton pueden volver a llenar de sinsentido este blog.